MINISTERIO DEL INTERIOR

SECRETARIA DE INTERIOR

DIRECCION NACIONAL DE POBLACION

Documento: "Aportes para un Programa de Integración de la Población Extranjera a la Sociedad y Cultura Nacional"

La Dirección Nacional de Población del Ministerio del Interior participó en la realización del documento "Aportes para un Programa de Integración de la Población Extranjera a la Sociedad y Cultura Nacional". Esta publicación, desarrollada con la colaboración de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, tiene como propósito contribuir al diagnóstico, análisis y propuestas para la generación de una planificación que favorezca la integración de la población extranjera a la sociedad y la cultura de la República Argentina.

INTRODUCCION

La Dirección Nacional de Población tiene como objetivos diseñar, elaborar y evaluar las políticas de población y migraciones, como asimismo, la formulación de programas que las implementen.

La diversidad de las acciones y el carácter multisectorial de las mismas, requiere un marco de complementación y colaboración con distintos organismos del Estado, Organizaciones no Gubernamentales y organismos internacionales con incumbencia en la temática poblacional.

Entre las funciones de este organismo es importante destacar, entre otras, las siguientes:

• Realizar estudios sobre la situación demográfica del país en lo que hace a la composición de la población, su distribución espacial y el nivel y tendencia de su crecimiento.

• Elaborar diagnósticos básicos e investigaciones aplicadas sobre el comportamiento de las variables demográficas y sobre particularidades sociales, económicas y regionales.

• Determinar las pautas de elaboración y evaluación del cumplimiento de los objetivos y cursos de acción establecidos en los programas y proyectos que se implementan en materia poblacional y migratoria e intervenir en el seguimiento de los mismos.

• Mantener enlace con los organismos nacionales e internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, como así también con aquellos organismos que producen información básica sobre el comportamiento de las variables demográficas.

• Promover y proyectar programas de fomento de la inmigración destinados al asentamiento de extranjeros.

• Estudiar, proponer y diseñar programas tendientes a optimizar los movimientos migratorios internos y a promover la vinculación y/o retorno de argentinos en el exterior.

• Proponer los proyectos de normativa inherentes a las migraciones internas e internacionales.

• Participar en las instancias político-institucionales regionales con incumbencia en el tratamiento y resolución de problemáticas demográficas y migratorias, en particular entre los países integrantes del MERCOSUR.

• Atender las relaciones con las colectividades extranjeras en el área de su competencia, mantener actualizado un registro de las mismas y proponer, con la intervención de aquellas, un programa conjunto de actividades.

• Participar en la elaboración de las políticas para el desarrollo de las áreas de frontera y en su ejecución en el ámbito de su competencia.

• Atender al tratamiento institucional de la cuestión poblacional y migratoria en el seno de los organismos internacionales o foros multilaterales específicos convocados a tales fines.

En este contexto, para poder llevar adelante el cumplimiento de estas funciones, la Dirección Nacional de Población desarrolla un conjunto de investigaciones con distintos organismos del Estado, Organizaciones no Gubernamentales y organismos internacionales con incumbencia en la temática poblacional.

Teniendo en cuenta la trascendencia de estos estudios, al mismo tiempo, se comportan como herramientas y procedimientos institucionales que posibilitan el surgimiento de nuevas políticas, programas, proyectos y actividades.

Diversas investigaciones se han incorporado en la "Serie de Documentos de la Dirección Nacional de Población", constituyéndose como materiales analíticos extraordinarios.

De esta colección de documentos el Suplemento Actos de Gobiernos presenta en esta edición la publicación titulada "Aportes para un Programa de Integración de la Población Extranjera a la Sociedad y Cultura Nacional".

Es importante destacar que este texto ha sido elaborado por el Lic. Néstor Cohen (Investigador de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires), en el marco del Programa de Fortalecimiento de las Capacidades Institucionales de la Dirección Nacional de Población, planificación que cuenta con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

MARCO REFERENCIAL

La presencia de importantes desplazamientos territoriales de población extranjera es un fenómeno internacional al que no ha escapado la República Argentina.

Si bien no es novedoso, las actuales migraciones poseen características que las diferencian respecto de los desplazamientos ocurridos desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo pasado.

Entre las características diferenciales se pueden destacar, sin pretender ser exhaustivo en estas páginas:

• El origen nacional de los migrantes (mayoritariamente provenientes de países limítrofes y Perú).

• El impacto demográfico y socioeconómico producido en la Argentina (en términos relativos el impacto es menor que el producido por las primeras migraciones y con una participación en el sistema productivo no sólo diferente respecto de aquellas sino, además, heterogénea dentro de sí misma).

• El rol del Estado Nacional frente al fenómeno migratorio (con discursos y prácticas variadas según las coyunturas económicas ubicando, en algunas oportunidades, al migrante externo como generador de desocupación, inseguridad, pobreza, como responsable de la reaparición del cólera y asociado a otras cuestiones que hacen a las condiciones de vida de la sociedad receptora).

La producción y reproducción de conocimiento en las ciencias sociales de la Argentina referido a las migraciones externas de los últimos, aproximadamente, 40 años involucra diferentes perspectivas o campos disciplinares. La antropología, la sociología, la demografía, la economía, y la ciencia política han producido y producen conocimiento sobre este fenómeno.

Se lo ha hecho y hace desde distintos corpus teóricos y metodológicos para dar cuenta de las características sociodemográficas de las poblaciones migrantes, de su inserción en el mercado de trabajo en particular y en el sistema productivo en general, del rol del Estado y de las políticas públicas que los involucra, de sus estrategias de vida, de sus referencias culturales, de las rupturas con sus hábitat de origen, de sus vínculos armónicos o conflictivos con la sociedad hospitante y otras temáticas que resultaría muy extenso enunciar en estas páginas.

La mayoría de los problemas de investigación, de los debates, de las reflexiones producidas al interior de estas disciplinas han tenido y tienen como sujeto de estudio al migrante externo.

Pero este sujeto se constituye, como todo sujeto, en tanto actor participante de una trama de relaciones sociales. Su propia condición de migrante conlleva la necesidad de construir nuevos lazos, que suelen estar condicionados por los espacios, instituciones, momentos y estructura de clases en que se configuran, para solo mencionar algunas de las grandes categorías sociales espacio-temporales.

En una línea interpretativa cercana, Bauman (2003) plantea que la sociedad receptora tiende a elaborar estrategias que tienen como objetivo construir un discurso y un hacer único que licue la diversidad, destinando al "otro" a un lugar que evite poner en riesgo el orden, controlándolo.

Hacer referencia a los vínculos y a los lazos implica considerar al migrante externo como parte de un entramado económico, social y cultural.

Este tipo de tratamiento del fenómeno migratorio posibilita formular hipótesis respecto al posible nexo de éste con la exclusión social.

Se abre así una perspectiva nueva en torno a esta última cuestión, la pobreza pero también la discriminación nacional y étnica son manifestaciones de la exclusión social, son procesos que se constituyen al interior de una red de relaciones en la que participan diferentes actores sociales.

La conflictividad de la exclusión puede ser analizada en la medida que se haga foco sobre esa red más que individualmente sobre cada uno de los actores. Excluir no es sólo separar, aislar, es también, limitar, acotar, obstaculizar al otro, en otras palabras, es pautarle un orden. Excluir es una acción en la que participan excluidos y excluidores y entre ambos constituyen relaciones sociales de dominación.

Es aquí, entonces, donde la propuesta de elaborar un programa que genere condiciones favorables para la integración de la población extranjera a la sociedad y cultura nacional, se posiciona como antídoto de lo que se denomina la conflictividad de la exclusión (integrar implica acercar, para integrar es necesario reconocer la identidad del otro, reconocer que la diversidad cultural es un atributo que favorece el desarrollo de las sociedades modernas), otorga herramientas al Estado Nacional para implementar políticas orientadoras de los derechos humanos y crea escenarios estratégicos para las políticas migratorias.

Cabe señalar, además, que desde comienzos de 2004 se cuenta con la Ley de Migraciones Nº 25.871, la cual constituye un logro muy destacado en materia de política migratoria y ofrece un marco legal favorable a emprendimientos como el que aquí se trata.

Siguiendo la dirección conceptual de lo planteado, se considera necesario formular dos preguntas prioritarias para el desarrollo del informe:

• ¿Qué relevancia tiene para las colectividades extranjeras el proceso de inserción y qué expectativas tienen respecto a su participación en la sociedad receptora?

• ¿En qué consisten las representaciones sociales de la población nativa, cuáles son sus contenidos, acerca de las migraciones recientes?

Responder ambas preguntas posibilitará armar la trama de posibles relaciones entre ambos actores sociales, para a partir de allí elaborar un programa con el cual el Estado Nacional pueda implementar políticas exitosas de integración.

El presente informe se implementa sobre la base de una metodología cualitativa, a partir de la complementación de diferentes fuentes de información: entrevistas semiestructuradas a líderes de opinión de colectividades extranjeras radicadas en la República Argentina y datos secundarios de investigaciones sobre discriminación y prejuicio nacional y étnico en el territorio nacional.

Respecto a la primera de las fuentes se llevaron a cabo, durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, 10 entrevistas a líderes de asociaciones de residentes de los siguientes países: 2 de Paraguay, 2 de Bolivia, 2 de Perú, 1 de Uruguay, 1 de Chile, 1 de Brasil y 1 de Corea.

El criterio de selección fue polietápico:

• En primer lugar se seleccionaron las asociaciones que representaban a las nacionalidades con mayor presencia en la Argentina.

• En segundo lugar las asociaciones con mayor representatividad al interior de cada nacionalidad, según la información que pudo recabarse.

• En tercer lugar, el dirigente que por su cargo y/o trayectoria indicara que era quien mejor pudiera representarla.

Fueron entrevistas semiestructuradas, grabadas y realizadas siguiendo una guía de pautas (ver Anexo en el final de este texto).

Respecto a la segunda de las fuentes, la información corresponde a diferentes unidades de análisis: población económicamente activa ocupada y desocupada y docentes de escuelas primarias y secundarias, públicas, privadas laicas y confesionales, en todos los casos nativos de ambos sexos y residentes del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Las investigaciones fueron realizadas entre el 2001 y el 2007, en el marco de la programación UBACYT de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Esta información se encuentra publicada en diferentes medios nacionales e internacionales.

Se trata de fuentes complementarias en tanto portadoras de discursos de ambos actores sociales: los migrantes externos en el primero de los casos y los nativos en el segundo.

La articulación de ambas fuentes permite reproducir un escenario cercano al de la realidad social y cotidiana: el escenario de las relaciones interculturales.

ROLES DE LAS ASOCIACIONES y PROPUESTAS HACIA LA SOCIEDAD RECEPTORA y EL ESTADO

Como resultado de las entrevistas a representantes de las asociaciones de migrantes se observa que el tipo de organización de las colectividades, con las que se estableció un vínculo, es variado.

La colectividad paraguaya presenta el tipo de organización más vertical y con una federación, FEPARA (Federación de Entidades Paraguayas en la República Argentina) creada en el 2003, que agrupa a todas las entidades de residentes paraguayos a lo largo de la Argentina.

La colectividad boliviana cuenta, también, con una federación, FACBOL (Federación Asociaciones Civiles Bolivianas) creada en 1995, pero no ha logrado concentrar a la totalidad de las entidades y, en un futuro inmediato, es probable que se constituya otra federación alternativa.

En este sentido, el referente de la colectividad boliviana, hace mención a una actitud colectiva más individual, menos solidaria, menos institucionalizada de sus connacionales residentes en la Argentina.

La tercera colectividad que tiene su federación es la chilena, con la FEDACH (Federación de Asociaciones Chilenas).

Las restantes colectividades, si bien tienen distintas asociaciones que agrupan a sus residentes, carecen de una federación que coordine y contenga a todas ellas. De alguna manera, esta dispersión o falta de articulación presente en la mayoría de los casos, expresa un cierto tipo de debilidad institucional que puede resultar un obstáculo al momento de expresar cuestiones reivindicativas o demandas de los miembros de la colectividad en cuestión.

En el comienzo de las entrevistas se indagó en torno a la caracterización que los entrevistados hacían de las funciones de sus respectivas asociaciones.

Las respuestas se concentraron en tres tipos de funciones o roles: en primer lugar, constituyéndose en la función más mencionada, se hizo referencia a la necesidad de preservar y difundir las costumbres como modo de fortalecer la identidad nacional y contribuyendo, además, a su difusión en las generaciones de argentinos descendientes de migrantes, por ejemplo hijos y nietos de los residentes extranjeros.

Es ésta una preocupación muy presente en la gran mayoría de los entrevistados: evitar la disolución de su identidad, garantizar en la descendencia la continuidad de las huellas culturales que los diferencian y, a la vez, los fortalecen.

"Y muchas de las personas ya tienen familias, ya tienen hijos argentinos y ahí tratamos que la cultura nuestra se siga…talleres de danza, baile, música, cocina y artesanías. Que se sigan manteniendo nuestras raíces".

(Representante de la colectividad peruana)

"Siempre le digo a los jóvenes paraguayos que llegaron, hacete el porteño afuera, pero entre nosotros hablá en paraguayo, hablá en guaraní".

(Representante de la colectividad paraguaya)

Los entrevistados, no sólo en este momento inicial de la entrevista sino a lo largo de toda ella expresan la convicción de que, independientemente del vínculo con la sociedad receptora, es importante para ellos no perder sus hábitos, costumbres y creencias, su cultura, en tanto significa el puente con sus orígenes y las señales que les permite reconocerse y constituirse como colectivo.

Apelan, frecuentemente, a la mención de sus danzas, música, comidas, artesanías, y consideran relevante difundir su folklore entre la población argentina.

Se interpretan estas manifestaciones como un modo resistencial hacia adentro y hacia afuera de cada colectividad. Hacia adentro, en la medida que son críticos de la descendencia (hijos y nietos argentinos) cuando olvidan y desconocen sus orígenes -entre nosotros hablá en paraguayo" o "que sigan manteniendo nuestras raíces"- y hacia afuera cuando destacan la necesidad de difundir su cultura, la necesidad de ser reconocidos y la gratificación cuando su música o sus comidas son "apropiadas" por la sociedad argentina.

"Hoy en día es el auge de la comida peruana y la verdad nos llena de orgullo".

(Representante de la colectividad peruana)

Un segundo tipo de rol que destacan como propio del desempeño de las asociaciones, es el de orientar y asistir a los migrantes y, particularmente, a los nuevos migrantes.

Consideran que estas instituciones deben brindar asistencia de carácter legal –conocimiento sobre derechos y obligaciones- y de carácter laboral -contribuir a una rápida y satisfactoria inserción en el mercado de trabajo-.

"Nuestra asociación es el puente que brinda información, que está donde nuestros hermanos necesitan ayuda".

(Representante de la colectividad uruguaya)

"En principio aglutinar y orientar a los integrantes de la colectividad que vienen, en nuestro caso a los migrantes nuevos, porque los que están radicados hace tiempo saben dónde están, qué hacer. Orientarlos un poquito en qué obligaciones y derechos hay".

(Representante de la colectividad paraguaya)

"Ayudar a los nuevos inmigrantes en la Argentina".

(Representante de la colectividad coreana)

El tercer tipo de rol de las asociaciones mencionado fue la necesidad de contribuir en la organización de los connacionales, evitar su dispersión, alentar a que participen en las asociaciones correspondientes.

Si bien no ha sido citado por la mayoría de los entrevistados, fue referido con carácter de necesidad estratégica para el fortalecimiento del colectivo.

La organización, el aglutinamiento en asociaciones es considerado un paso necesario para la defensa de los derechos y para consolidar la fuerza de los reclamos. La organización adquiere un carácter político y, en este sentido, algunos entrevistados son críticos de la falta de apoyo que reciben de sus consulados, embajadas y de sus propios gobiernos nacionales.

"La organización es una base fundamental para cualquier reclamo, para poder implantar sus derechos o demostrar sus deberes".

(Representante de la colectividad boliviana)

"La asociación hace que las minorías se organicen para cubrir lo que no puede darle el Estado y para defenderse de las injusticias cuando éstas ocurren".

(Representante de la colectividad coreana)

"Sería mejor una mayor participación tanto del consulado como de la embajada para que uno pueda estar mejor representado".

(Representante de la colectividad brasileña)

En todas las entrevistas se observa un muy bajo interés en cuanto a hacer referencias a qué tipo de propuestas o qué tipo de acciones tienen como destinataria a la sociedad receptora y al Estado.

Pareciera que las asociaciones están pensadas u organizadas con criterios endógenos, no ha resultado sencillo obtener respuestas que tuvieran como sujeto a la población o al gobierno argentino.

Como se señaló anteriormente, los objetivos de estas asociaciones son:

• Preservar hábitos, costumbres y creencias entre los connacionales y su descendencia argentina.

• Concientizar a sus representados en torno a derechos y obligaciones.

• Ofrecer asistencia legal y laboral.

• Mantener cierto nivel de organización que contribuya a una mejor calidad de vida.

Respecto a la sociedad receptora, secundariamente, interesa difundir su cultura y, en algunos casos, esta difusión tiene un objetivo de naturaleza económica (venta de comidas, enseñanza de danzas y música folklórica, etc.) cuyos beneficiarios son los propios migrantes, muchos de ellos económicamente muy vulnerables.

Un tema que ha surgido espontáneamente y del cual se ocupan parte de estas asociaciones es el vinculado a la regularización de los migrantes en territorio argentino.

En este sentido hay dos dimensiones que coexisten. Una primera tiene que ver con el Programa Nacional de Normalización Documentaria Migratoria ("Patria Grande") y la segunda vinculada a la tramitación de la documentación necesaria en sus países de origen.

Respecto a la primera cuestión hay un enfático reconocimiento de lo satisfactorio que resulta el programa. La posibilidad –de los nativos de países del MERCOSUR y sus Estados asociados- de acceder fácilmente a la regularización de su situación migratoria con el consecuente acceso a la residencia legal en la Argentina, es altamente valorado y considerado como programa modelo.

Sin embargo, la evaluación es diferente cuando mencionan las dificultades que tienen en sus países de origen para tramitar su propia documentación (DNI u otros documentos), en esos casos las críticas involucran a sus propios gobiernos.

PREDISPOSICION DE LAS COLECTIVIDADES PARA ACOMPAÑAR UN PROGRAMA DE INTEGRACION

Uno de los insumos necesarios para la elaboración de un programa de integración social y cultural de la población migrante a la sociedad receptora, es conocer la predisposición de aquella para acompañar dicha propuesta.

Es necesario conocer cuáles son los aspectos facilitadores y obstaculizadores que dicha población evalúa como consecuencia del proceso que se le propone.

Todo proceso de integración social y cultural se recorre en dos direcciones cuyos puntos de partida involucran a dos actores sociales: la población migrante y la población receptora o nativa.

A partir de esta premisa se dedicó parte de la entrevista con los referentes de las colectividades extranjeras, a indagar sobre estas cuestiones.

En un primer nivel de análisis, la propuesta de un futuro programa de integración genera diferentes tipos de respuestas, desde una conducta proactiva de acompañamiento a la propuesta hasta una manifiesta actitud de indiferencia.

La reflexión que merece este modo disperso de responder, como el contenido de las respuestas que a continuación se desarrollaran, lleva a suponer que hay diferentes significados que se le adjudican a esta idea de integración social y cultural y que, además, el desconocimiento sustantivo de la propuesta contribuye a generar distintas percepciones y consideraciones.

Lo que surge con carácter más definido es que no hay una expectativa ya constituida, no se estaría dando respuesta a una demanda insatisfecha.

Los siguientes son testimonios de la dispersión referida.

"Las asociaciones deben facilitar su arraigo en la Argentina pero, también deben hacer conocer su propia cultura.(…). Deben favorecer la integración".

(Representante de la colectividad coreana)

"El papel es fundamental eh… abrirse más. Nuestra colectividad es bastante cerrada".

(Representante de la colectividad boliviana)

"En la parte artística es fácil la integración, donde nos cuesta es en la parte social, en el trabajo siempre te sentís extranjero".

(Representante de la colectividad uruguaya)

"Se siente la discriminación por el color de piel. Se ve en las escuelas. O alrededor de las villas…No es fácil integrarse".

(Representante de la colectividad peruana)

"Mientras eso no te domine a vos, no reniegues de tus orígenes...".

(Representante de la colectividad paraguaya)

"Es un poco embromado, porque cada inmigrante tiene su forma de vida o vienen de países que tienen formas distintas".

(Representante de la colectividad chilena)

Dentro del marco de lo que fuera expresado en párrafos anteriores, los beneficios o aspectos facilitadores de un programa de integración se centran en torno a evitar comportamientos discriminatorios.

Se citan fundamentalmente el ámbito laboral, la escuela, los hospitales y la policía. La mera enunciación de un posible programa de este tipo genera expectativas en torno a evitar situaciones discriminatorias.

En segundo lugar, se menciona la posibilidad de difundir las culturas originales de sus pueblos, en otras palabras, se está esperando de un programa como éste acciones que contribuyan a fomentar relaciones sociales más justas y la posibilidad de un mayor reconocimiento de la identidad y las diferencias.

En torno a los posibles obstáculos o inconvenientes que pudieran generarse como consecuencia de este programa, surgen menciones muy puntuales y referidas a eventuales conflictos; consecuencia del desconocimiento cultural hacia el otro, la incomprensión acerca de ciertos hábitos, creencias y costumbres.

Ratificando lo señalado anteriormente, si bien las respuestas han sido diversas entre sí, no surgieron menciones descalificadoras ni oposición alguna a la propuesta.

Cuando se indagó respecto a la posible implementación de un programa de integración por parte del gobierno nacional, las respuestas fueron favorables en la totalidad de los casos.

Sin embargo, se hicieron los siguientes señalamientos: no forma parte prioritaria de la agenda de estas asociaciones y, en consecuencia, no hay una toma de conciencia ni participa de las expectativas de los migrantes. Se desea que el gobierno privilegie las necesidades de los migrantes más que los vínculos políticos que puedan fortalecerse con este emprendimiento y se espera que el programa facilite aquellas cuestiones cotidianas de la vida de los extranjeros, como son el acceso a la documentación —DNI— y se evite la precariedad laboral a la que suelen ser sometidos algunos de ellos.

"La integración es muy importante y se hace muy precariamente, no hay información, no hay camino a seguir".

(Representante de la colectividad chilena)

"Es un plan muy ambicioso, utópico, pero no irrealizable. Lo que pasa es que no estamos preparados todavía para que todos pensemos o apuntemos a un proyecto de esa naturaleza. Yo creo que es posible".

(Representante de la colectividad paraguaya)

"Deben considerar a los trabajadores que hacemos el día a día en el tema de la realidad migratoria".

(Representante de la colectividad peruana)

CARACTERIZACION DE LA DISCRIMINACION Y EL PREJUICIO EN LA ARGENTINA

Incursionar en el fenómeno social llamado relaciones interculturales, implica abordar significados e interpretaciones diferentes.

Se comprende, en primer lugar, que se refiere a un tipo de relación social que se da en el marco de la diversidad sociocultural, quizá sea ésta la única referencia consensuada, universalmente aceptada. A partir de aquí es necesario ser conceptualmente explícito.

Desde una perspectiva liberal o neoliberal se pueden concebir las relaciones interculturales como portadoras de coexistencia y consensos entre sistemas culturales diferentes, como una madura expresión de los tiempos que se vive.

Desde otra perspectiva, que antagoniza con la liberal, se observa que para García Canclini (2006) "interculturalidad remite a la confrontación y el entrelazamiento, a lo que sucede cuando los grupos entran en relaciones e intercambio (…) implica que los diferentes son lo que son en relaciones de negociación, conflicto y préstamos recíprocos" y desde un enfoque similar a éste, pero más determinante y desde una perspectiva histórica, Wallerstein (1988) considera que las relaciones interculturales son uno de los principales factores intervinientes en la actual crisis en el mundo, más aún, otorga una gran centralidad a la conflictividad étnica para interpretar la crisis del sistema mundial. Ante esta polarización de abordajes este estudio se identifica plenamente con lo expresado por García Canclini y en alguna medida con Wallerstein.

Desde esta concepción que interpreta las relaciones interculturales como relaciones sociales de dominación, se aborda el fenómeno de la discriminación nacional y étnica.

Sin embargo, es necesario advertir que se está ante un fenómeno complejo, que merece ser analizado cuidadosamente, y respecto del cual hay variadas interpretaciones. En este sentido, cuando se refiere a la discriminación se puede estar considerando un etnocidio, un excesivo penalizar las diferencias, pero, también, es posible considerarla como un conjunto de dificultades u obstáculos que uno le instala al "otro", por ejemplo respecto de su participación en el ámbito laboral o con respecto a su participación en el ejercicio de ciertos derechos, como el acceso a la educación, la salud y la vivienda.

Es posible, además, referirse a la discriminación observando el espacio urbano, viendo que las ciudades tienen cierto nivel de guetificación, donde se elige no ocupar esos espacios porque son espacios ocupados por los "otros", esos "otros" son portadores de una identidad nacional y cultural, pueden ser bolivianos, paraguayos, peruanos, etc.

Este modo de interpretar el espacio desde la nacionalidad, es otro camino de acceso a la discriminación.

Las dificultades de algunos extranjeros en torno a la tramitación de documentación en ciertos organismos públicos es, también, un modo de discriminación.

La relación que existe entre un rasgo físico y las dificultades de quien lo porta en la constitución de lazos o vínculos de distinto tipo con miembros de la sociedad hospitante, tiene que ver con la discriminación.

Con estos ejemplos se intenta advertir acerca de dos cuestiones, la primera referida a concebir el fenómeno discriminatorio como complejo y portador de un gradiente que va desde situaciones violentas hasta otras cargadas de un tono cotidiano y habitual con las cuales suele convivirse. En segundo lugar, es importante destacar que el fenómeno discriminatorio se complejiza aún más, cuando no sólo no es portador de violencia manifiesta sino que termina naturalizándose.

Es probable que una sociedad no naturalice el etnocidio, pero sí puede no tomar conciencia acerca de determinados comportamientos carentes de violencia, que hacen de las diferencias nacionales o étnicas, desigualdades de derechos.

Pero hay una cuestión más grave aún, en tanto menos visible y más alejada de la toma de conciencia, esta situación se define como tratamiento perverso de la tolerancia. En tanto fenómeno mundial, la sociedad argentina no es ajena a él. Se caracteriza por poseer un discurso que exalta las diferencias, un discurso de respeto a la diversidad. Un discurso que se identifica en diferentes ámbitos, académico, político, en el trabajo, en la escuela, en la calle, etc.

Pero este discurso manifiestamente tolerante, respetuoso de las diferencias, tiene las siguientes características de alguna manera contradictorias: se habla de las diferencias culturales, pero no de las diferencias económicas y políticas que están asociadas a las diferencias culturales.

En la Argentina es habitual encontrar referencias a las diferencias culturales respecto de las poblaciones migrantes, particularmente las sudamericanas, pero no así respecto de las diferencias de derechos y las desigualdades económicas, asociadas a aquellas, que se reproducen en muchos ámbitos, por ejemplo el laboral, de la educación, de la salud, de la justicia, de la seguridad, entre otros.

Son ámbitos donde no siempre sus prácticas están disociadas de la nacionalidad de los sujetos involucrados.

Pero el fenómeno discriminatorio no surge autogestado, hay factores que lo determinan y lo generan.

Se proponen cuatro factores socioeconómicos y políticos como condicionantes de estos procesos.

El primero de ellos tiene que ver con la construcción de la identidad nacional de la sociedad receptora, en este caso la sociedad argentina. Hay una historia de la identidad argentina que no es para nada ajena a lo que ocurre en el presente. Hay un olvido histórico que forma parte de la construcción de la identidad cultural como nación, tiene que ver con los orígenes, quiénes somos, de dónde venimos: el viaje de los barcos, pero no sólo de ellos, se viene, además, de los pueblos originarios, de esos pueblos olvidados.

Un segundo factor son las políticas implementadas desde el Estado cuyo objetivo es administrar la diversidad. Estas políticas se institucionalizan en la escuela primaria y secundaria como políticas socializadoras, en la justicia como políticas sancionadoras de los ilegalismos, en las fuerzas de seguridad como políticas represivas y en organismos de gobierno como políticas reguladoras de las migraciones externas.

En tercer lugar, intervienen los mercados nacionales e internacionales, dinamizando los procesos migratorios y las grandes concentraciones de población en condiciones de marginación y contribuyendo a consolidar una sociedad de clases organizada con criterios de exclusión y fomentando cada vez más la existencia de poblaciones en niveles extremos de privación económica y marginación social y creando para los sectores medios, alternativamente, ciclos de estabilidad e inestabilidad económica.

Y en cuarto lugar, los medios masivos de comunicación como reproductores y legitimadores de la naturalización del tratamiento de la diversidad social y cultural como desigualdad.

Este cruce de la construcción de la identidad nacional con las dinámicas de los mercados nacionales e internacionales que van construyendo modelos poblacionales distintos, con el Estado administrador de la diversidad, con los medios de comunicación reproduciendo y legitimando, son los factores que de alguna manera no es posible dejar de observar y considerar, si se pretende tener como objetivo construir una sociedad auténticamente tolerante.

En este marco se interpretan las relaciones interculturales y la conflictividad intrínsecas a ellas, de modo tal de concebirlas como relaciones sociales de dominación al interior de las cuales la diversidad nacional y étnica se constituye como desigualdad.

Aportar a la implementación de un programa para la integración de la población migrante requiere, como una de las condiciones antecedentes, evaluar la conflictividad y las confrontaciones inherentes a las relaciones interculturales.

En la medida que dos son los actores sociales involucrados en este tipo de relaciones -el migrante externo y el nativo-, se considera necesario caracterizar la visión que cada uno de ellos tiene sobre el mismo fenómeno: la relaciones interculturales.

Caracterización desde las Colectividades de Migrantes

En las entrevistas referidas anteriormente, se indagó respecto a la percepción y evaluación de los entrevistados sobre la cuestión discriminatoria. Desde un nivel general de análisis se observa que hay dos tipos de miradas respecto de la cuestión discriminatoria, una de ellas no reconoce la presencia de este fenómeno en la Argentina y la otra destaca el lugar de víctima de la población migrante.

Los representantes de las colectividades paraguaya y uruguaya no reconocen la presencia de actos ni actitudes discriminatorias hacia ellos, más aún destacan de la sociedad argentina su tolerancia y predisposición a una fluida integración.

El representante de la colectividad chilena establece diferencias entre cómo se articulan las relaciones interculturales en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en la Patagonia. En el primer caso no detecta presencia de comportamientos discriminatorios, aunque sí los menciona para el segundo.

"No tenemos registros ni denuncias concretas, a menos que alguien se pelee por una cuestión y le digan negro feo".

(Representante de la colectividad paraguaya)

"Nosotros nos llevamos bien, somos todos del mismo nivel, todos trabajadores. Al contrario hay mucho respeto…, las cargadas clásicas nada más".

(Representante de la colectividad chilena)

"Es muy difícil que se discrimine a un uruguayo".

(Representante de la colectividad uruguaya)

Los representantes de las colectividades coreana, boliviana, brasileña y peruana, con más énfasis los integrantes de las dos primeras, relatan diferentes experiencias, de mayor o menor nivel de gravedad, en las que sus connacionales han sido o son discriminados.

Los escenarios que mencionan con más frecuencia son en primer lugar el ámbito laboral y la calle y en segundo lugar las escuelas, los hospitales y las comisarías.

El color de la piel y la desleal competitividad laboral –respecto de los latinoamericanos-, el origen racial y la acumulación de la riqueza –respecto de los asiáticos-, suelen ser los contenidos privilegiados en los discursos estigmatizantes.

Sin embargo, tanto este grupo como el anterior coinciden en destacar que la convivencia en el barrio de residencia es cordial, nada conflictiva.

Suelen vivir en barrios con población de bajos recursos económicos y cuyo vecindario está integrado, mayoritariamente, por argentinos, bolivianos y paraguayos.

Si mencionan algún tipo de conflicto no lo relacionan con cuestiones discriminatorias ni resultado de confrontaciones entre argentinos y migrantes.

Como se puede observar en los testimonios que siguen, la conflictividad tiene otros escenarios y remite a cuestiones referidas en el párrafo anterior.

"No somos reconocidos, somos ciudadanos de segunda clase. En la comisaría, en la escuela, en los hospitales se lo ve siempre".

(Representante de la colectividad boliviana)

"Se siente la discriminación por el color de piel".

(Representante de la colectividad peruana)

"Es muy frecuente escuchar, ‘mientras nosotros nos empobrecimos estos chinos se enriquecieron’".

(Representante de la colectividad coreana)

 

"Falta una legislación más fuerte que pueda favorecer a la relación entre las dos razas".

(Representante de la colectividad coreana)

Si bien merecería un análisis más pormenorizado poder interpretar estas diferentes evaluaciones se considera, más como hipótesis que como afirmaciones definitivas, que las migraciones boliviana, peruana y brasileña en general y chilena en el sur del territorio nacional, son percibidas como "prolongaciones" de esa América originaria, india, negra y mestiza, confrontada con el proyecto de la generación de 1880 de una Argentina blanca, proeuropea.

El discurso discriminatorio, probablemente, sea resultado, entre otras cuestiones, de esa confrontación irresuelta entre dos modelos de país.

En el caso de la migración coreana se supone que el conflicto gira en torno a la gran diferencia cultural y fenotípica difícil de integrar, además de un desempeño más exitoso y autónomo de los miembros de esta colectividad, que los posiciona en un lugar más difícil de controlar o intentar disciplinar.

Estas reflexiones se retoman en el capítulo siguiente desde la mirada de la sociedad receptora.

El color de la piel y la desleal competitividad laboral -respecto de los latinoamericanos-, el origen racial y la acumulación de la riqueza respecto de los asiáticos-, suelen ser los contenidos privilegiados en los discursos estigmatizantes.

Cuando se indagó respecto al cumplimiento o no de la Argentina en el respeto a los derechos humanos, mayoritariamente coinciden que no son vulnerados.

Algunos de los entrevistados recurren a la nueva Ley de Migraciones como modelo de respeto a los derechos de los migrantes externos.

Sin embargo, salvo en algunas de las asociaciones con las que se realizaron entrevistas, en la mayoría no se realiza entre sus miembros una tarea de difusión con los derechos humanos como tema. Se interpreta esto último como indicador de que los derechos de los migrantes, no es una cuestión que la mayoría de las asociaciones consideren en riesgo en la Argentina. Quienes han manifestado su preocupación al respecto, centraron sus señalamientos en torno a la cuestión discriminatoria que se hiciera referencia más arriba.

Caracterización desde la Sociedad Receptora

En este punto del informe se utiliza, como ya fuera señalado al comienzo, fuentes correspondientes a investigaciones realizadas entre el 2001 y el 2007 en el marco de la programación UBACYT de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y cuyos resultados se encuentran publicados en diferentes medios.

La sociedad receptora tiende a caracterizar, frecuentemente, al migrante externo inserto en el ámbito laboral. Extranjeridad y trabajo se intersectan advirtiendo acerca de las falacias que se pueden cometer, si se pretende analizar el primero de los conceptos desvinculado del segundo.

No es exagerado afirmar que los procesos económicos, y particularmente el mercado de trabajo, son factores dinamizadores del antagonismo nacional y étnico.

El trabajo se carga de nuevas imágenes, deja de ser el lugar de la producción social y económica con sus propias normativas, conflictos y contradicciones, para transformarse en un lugar de confrontación, de lucha por espacios de participación, entre nosotros y ellos.

Esta confrontación adquiere un carácter trágico porque expresa la lucha por sobrevivir, en este sentido luchar contra el otro es luchar contra la precariedad laboral, es luchar contra una de las condiciones más penosas que un sujeto puede sobrellevar en el marco de las relaciones sociales: la inseguridad laboral.

En la intersección del trabajo con la extranjeridad surge con fuerza la percepción de un otro que construye deslealmente sus vínculos laborales.

Esta mirada sobre el extranjero migrante recrea un sentido inferiorizador, es alguien que "se ofrece por nada", trabaja "por la mitad de precio", "gasta (diluye, disuelve) trabajo".

En este sentido Bauman (1998) plantea que "el extranjero es aquel que se niega a permanecer confinado en un ‘lugar lejano’ o a abandonar nuestro terruño". Amplía esta idea refiriéndose al extranjero como quien entra en lo que llama el "mundo de la vida", el espacio del nativo, su vida cotidiana, su hábitat, y se establece, permanece, más aún lo hace "sin estar invitado".

Bauman propone, además, un criterio diferencial entre el extranjero y el enemigo, que consiste, centralmente, en que el extranjero "no es mantenido a una distancia segura, ni en el lado contrario en la línea de batalla", es una amenaza para un mundo que intenta ordenar a partir de criterios basados en la oposición amigo-enemigo.

Pero, también, es una amenaza para quienes establecen un orden a partir de criterios de distancia, ya que se encuentra físicamente cerca, aunque según Bauman, espiritualmente lejos o quizás, prefiero expresar, culturalmente lejos.

Estos desórdenes que produce, este entrar sin ser invitado, se interpreta como un comportamiento intrusivo, vivido de alguna manera como violatorio del sentido, o sentimiento, de pertenencia. Se apela a la imagen del intruso para expresar la visión que el nativo tiene respecto del migrante externo, dado que se trata de quien llega, entra, y se apropia de un lugar desplazando al ocupante nativo habitual, pretendiendo ser reconocido como amigo y utilizando medios desleales y socialmente censurados según las representaciones y discursos de la sociedad receptora.

La construcción representacional discriminatoria no sólo apela a cuestiones ya conocidas y muy investigadas, como es el caso de la percepción inferiorizadora del "otro" o como tantas veces se ha escrito acerca de la dificultad, o más aún la imposibilidad, de coexistir con las diferencias, sino que apela a significados más complejos en tanto ubica al "otro" en un rol activo, agresivo, desplazando, ocupando, compitiendo, dañando. De esta manera se complejiza su percepción otorgándole, a pesar de la inferioridad asignada, un lugar protagónico al interior de la red de relaciones laborales.

En la intersección del trabajo con la extranjeridad surge con fuerza la percepción de un otro que construye deslealmente sus vínculos laborales.

Ese protagonismo no es percibido como producto del azar sino resultado de una estrategia colectiva con fines determinados.

Concebir al migrante como intruso resultado de una estrategia implica, en primer lugar, construir una imagen de alguien que empuja, que entra sin derecho a permanecer y ocupar espacios, que desplaza, pero también, dicha concepción refiere a un otro que planifica, que elabora cada acción que realiza.

De esta construcción se deduce que el migrante actúe con indiferencia ante su condición de explotado, se decodifica que persigue decididamente el objetivo de desplazar para trabajar.

Se construye, entonces, esa imagen nodal, central, de cuál es la visión que los nativos tienen acerca de los migrantes, la imagen del invasor, en alguna medida trasgresor, que Bauman define como entrar sin ser invitado, más aún de alguien frente a quien no es posible trazar una frontera que delimite territorios, que identifique quién está de qué lado, que separe amigo de enemigo.

Este desorden subyace a las representaciones que se construyen respecto de la alteridad y en tanto tal se la ubica en el estigmatizado espacio de los intrusos, que si bien entraron, llegaron sin derecho a permanecer, logran interactuar y desplazar a sus pares del país hospitante, aún asumiéndose como explotados.

Este tipo de representación que concibe al migrante como intruso, invasor, es adjudicada a aquellos de origen sudamericano.

En el caso de los migrantes de origen asiático, preferentemente coreano y chino, el tipo de representación es otra. No es quien vende su fuerza de trabajo de acuerdo a determinadas condiciones desfavorables, provenientes de la habitual dinámica del mercado laboral, que si bien le permiten insertarse, lo condicionan y someten, sino que ocupa el lugar del que impone, determina, tales condiciones, es el que somete, el que se apropia del trabajo ajeno. Es el sujeto favorecido por la correlación de fuerzas que se da al interior del sistema productivo: no desempeña el rol pasivo, sujeto a, sino que asume un rol activo, quien somete a.

Las distintas apelaciones al hacer del coreano o chino, refieren a un rol de ataque y destrucción de un "otro" más débil, de un "otro" desfavorecido por las relaciones de producción.

Es el lugar de quien extermina -"está exterminando el poco comercio chico que hay de barrio"-, de quien explota, -"abrís un taller de los coreanos y hay 20 bolivianos durmiendo en una pieza de 5x5"-, de quien esclaviza -"toman a personas para hacer trabajos de vendedores y tenerlos medios esclavos"- y de quien destruye a todo posible competidor, -"dejan a todo el comercio de alrededor prácticamente en la calle".

Esta imagen peligrosa, demoníaca, se entrelaza con un tono trasgresor que surge desde el interior de la representación acerca del "otro", trasgresor en tanto alejado del cumplimiento de la normativa, en tanto opuesto a las expectativas que orientan las acciones en el marco de las relaciones de producción cotidianas -"son los usureros más grandes que pueden existir", -"son bastante basuras las cosas que venden"-.

Este tipo de representación que concibe al migrante como intruso, invasor, es adjudicada a aquellos de origen sudamericano.

En el caso de los migrantes de origen asiático, preferentemente coreano y chino, el tipo de representación es otra (…) ocupa el lugar del que impone, determina, tales condiciones, es el que somete, el que se apropia del trabajo ajeno.

Si bien se perciben diferencias entre las miradas hacia sudamericanos y asiáticos, hay distintos puntos de encuentro entre ambos tipos de representaciones.

En primer lugar, en torno a concebir al otro como un actor social que a partir de su condición de migrante extranjero, elabora una estrategia cuyo objetivo es la obtención de beneficios a expensas del nativo.

En esta coincidencia el otro ocupa el lugar del victimario y el nosotros el lugar de la víctima: el sudamericano percibido como "gasta trabajo", como "quien se ofrece por nada" y el asiático como "explotador", "destruyendo al comercio chico", etc.

Desde esta perspectiva unos y otros se constituyen en competidores desleales, no solidarios, victimarios.

Como segundo punto de encuentro entre ambos tipos de representaciones, se observa que tanto sudamericanos como asiáticos, son mirados como alejados respecto de lo que se espera como individuos, son calificativos que los ubican en el afuera del deber ser.

Es útil recordar el pensamiento de Durkheim (1979), dado que expresa con notable claridad la idea colectiva de lo normal en las relaciones sociales: "Es necesario que la generalidad de las cosas se tome como criterio de normalidad". En este sentido, cada vez que se califica a alguien como "clandestino", "usurpador", "explotador", "mafioso", "sin escrúpulos", etc., se le está asignando un calificativo suficientemente determinante de su condición de desviado, en tanto alejado de lo general. Es alguien visto como incumpliendo con lo que se espera, orientando sus acciones a partir de valores no compartidos, desde esta ruptura entre lo observado y lo esperado se instala un discurso estigmatizante del "otro".

La sumatoria del daño al nativo, de su victimización, con el incumplimiento de la normativa, de lo esperado, constituye un núcleo fuerte en torno al cual se construyen diferentes representaciones estigmatizantes de estos migrantes.

TIPOLOGIA DE LA EXTRANJERIDAD A PARTIR DE LA VISION DE UNA POBLACION DOCENTE

La producción de conocimiento en torno a las migraciones externas ha tenido y tiene, como se mencionara anteriormente, en el migrante externo su sujeto de estudio privilegiado.

Sin embargo, esto no implica que coincidan los diferentes abordajes teóricos en una única definición o conceptualización de este actor social. Es por ello que aparece un interrogante ¿qué se entiende por migrante externo en las ciencias sociales?. O cuando se lo aborda como sujeto de estudio a partir de diversos intereses en producir conocimiento, ¿qué estrategias teóricas y metodológicas se ponen en juego para su análisis?

Se considera que las variantes son diversas, que el debate es extenso y arduo, sin embargo se intentará, a riesgo de mutilar sutilezas y sin pretender agotar los diferentes modos de aproximación a su conocimiento, sintetizar esta rica heterogeneidad en los siguientes modos de tratarlo. Hay una extensa producción que lo trata como sujeto único, autónomo.

En este sentido un migrante externo es una persona que deja su lugar de residencia para establecerse temporal o definitivamente en otro país o región. Desde esta definición se lo concibe como una entidad absoluta y sincrónica, en tanto se lo estudia cuando está residiendo en su condición de extranjero, temporal o definitivamente, de alguna manera se intenta objetivar al sujeto que define.

En este caso importa producir conocimiento acerca de quién es, qué hace, dónde lo hace, cómo lo hace, por qué migró, etc. Se destacan para ello, preferentemente, categorías de la demografía y la economía.

Desde otro tipo de enfoque se lo puede definir en términos absolutos, pero diacrónicos, como un sujeto que al establecerse en otro país o región es portador de una historia, llega con huellas, algunas visibles y otras invisibles, como se señalara en el párrafo anterior.

Desde esta perspectiva, no sólo importa caracterizarlo en su nuevo hábitat o territorio, sino que interesa, también, incluir su historia, sus rupturas.

En este tipo de tratamiento interesa conocer cómo es, cómo fue y por qué dejó de ser lo que era. Es una ecuación que considera ganancias, pérdidas y costos existenciales, culturales, de identidad.

La antropología y la sociología son las disciplinas que más se involucran en esta perspectiva.

Desde un tercer tipo de enfoque se lo trata, en términos relativos o relacionales considerando su historia e incluyendo en su abordaje, el nuevo proceso que se gesta con la construcción de su extranjeridad al interior de la trama de relaciones sociales que lo contiene en la sociedad receptora.

Este abordaje relacional del migrante externo, incluye al nativo como actor social que participa en el proceso de otorgar sentido a la presencia del migrante, sentido que no siempre es reconocido por este último, sentido que puede ubicarlo en condiciones desiguales respecto al nativo.

Es un sentido que puede crear condiciones de tensión y hasta de conflictividad. Desde esta perspectiva las diferencias entre un chileno, un paraguayo, un boliviano, un coreano, entre otros, no dependen sólo del origen nacional ni de lo que cada uno porta culturalmente, sino que las diferencias resultan de la intersección de estas cuestiones con lo que la población nativa construye en sus representaciones acerca del "otro".

Hay una reconstrucción de la subjetividad del migrante, a partir de su historia y de cómo se resuelvan sus nuevas condiciones de vida al interior de la trama de relaciones sociales en la que se involucre, junto a ese otro actor social llamado nativo.

La sociología es la disciplina más comprometida en esta perspectiva de análisis. El migrante externo, entonces, se puede entender y analizar, desde diferentes miradas, complementarias entre sí, que resultan de categorías o códigos propios de las disciplinas desde las que es abordado.

Cuando la mirada del investigador deja de tener como sujeto central de su observación al migrante externo, para correrse hacia las relaciones sociales que lo involucran y lo reconocen como tal, requiere de otro corpus teórico que incluya nuevas categorías de análisis y requiere de otras decisiones metodológicas.

Estas nuevas estrategias de abordaje del fenómeno de estudio incorporan al nativo, a su modo de producir extranjeridad, al tipo de relaciones entre éste y el migrante, no sólo en sí, sino también de acuerdo a los diferentes lugares que ambos ocupan en la estructura de clases sociales, incorporan, además, el rol de los medios masivos de comunicación y las distintas construcciones que, a través de imágenes y discursos, hacen de los diferentes tipos de migrantes.

Estas nuevas estrategias incorporan al Estado y los roles desempeñados en regular la dicotomía legalismos-ilegalismos que involucran a los extranjeros en el territorio nacional y el proceso de retroalimentación entre estas acciones y las representaciones sociales y acciones de la sociedad civil, resultando de esta interacción la construcción de un código que se naturaliza y que premia y castiga, según el sujeto se acerque o aleje del deber ser, en otras palabras, según lo que en este código se referencie a valores de normalidad y desviación.

Sintetizando, poner en foco las relaciones sociales requiere incluir no sólo a los dos actores centrales, migrantes y nativos, sino también la estructura de clases que los contiene, los medios de comunicación y el Estado.

De este modo es posible comenzar a entender a este sujeto no como una entidad absoluta, sino relativa a los distintos lugares que ocupa y le es permitido ocupar.

A partir de aquí es posible preguntarse si estos espacios son espacios de inclusión o de exclusión o cuáles son los límites que la sociedad civil receptora, los medios y/o el Estado, le ponen al ejercicio de elegir libremente dónde y cómo participar o qué condiciones debe cumplir el migrante externo, para aspirar a legitimar su lugar de sujeto incluido en la sociedad receptora.

Cuando se excluye hay interacción, la exclusión es un modo de relación social en la cual los excluidores proponen a los excluidos, según Bauman (2003) "una elección sombría: asimilarse o perecer", el objetivo final es "disolver su idiosincrasia en el compuesto uniforme de la identidad nacional".

En una dirección muy similar a la aquí expresada, pero enunciado desde un interés cognitivo muy diferente, el Diccionario de la Lengua Española, en su 22º edición, define la acción de excluir según dos acepciones. Una de ellas dice: "quitar a alguien o algo del lugar que ocupaba" y, la otra agrega: "descartar, rechazar o negar la posibilidad de algo". La primera acepción alude a la pérdida y la segunda al rechazo. En una hay una modificación forzada del estado anterior y en la otra se impide, obstaculiza, el acceso hacia un nuevo estado o hacia un nuevo objeto. Pero en ambas acepciones, subyace la idea de que toda acción de excluir implica una relación donde alguien decide, afecta a otro, impone condiciones que ese otro padece. En otras palabras, aluden a relaciones de dominación.

La interacción social entre excluidores y excluidos es una interacción desigual en la que subyacen cuestiones de poder, se establece un tipo particular de relación social que se comprende como relación social de dominación. Reconocer el fenómeno de la exclusión implica aludir a condiciones de dominación.

En este punto es pertinente preguntarse ¿de qué se excluye al excluido?, ¿qué se le quita o qué se le impide? Se le quita, se le impide u obstaculiza trabajar o respetar su jornada laboral, el derecho a gozar de seguridad social, a transitar libremente, a educar a sus hijos, a acceder a determinados bienes, a preservar su identidad cultural, a conectarse a los diferentes medios de información, etc. La elección sombría a la que alude Bauman puede ser propuesta porque se lo hace desde una relación de fuerza.

Las minorías nacionales o étnicas cuando están involucradas en relaciones sociales de dominación no disponen del derecho a elegir, tampoco pueden ejercer el derecho a participar libremente en los ámbitos laboral, educacional, de la salud, etc.

Cuando se constituyen este tipo de relaciones, desde el poder o desde quienes actúan legitimados por el poder, se elaboran dispositivos expropiadores de la identidad del "otro" y de sus derechos a elegir, a participar.

Para ello se elaboran diferentes estrategias de control sobre las acciones de los "otros", hay un permanente intento de implementar diferentes formas de hegemonía sobre esas acciones.

Sin embargo, como se señaló anteriormente, mientras las minorías migrantes se involucran en esas relaciones sociales desiguales, ocupan un lugar, se apropian de un espacio determinado.

Como respuesta el nativo elabora estrategias que tienen como objetivo construir un discurso y un hacer único, homogéneo que licue la diversidad, hace del "otro" una categoría, lo destina a un lugar que evite, según Bauman, poner en riesgo el orden, riesgo que sino es minimizado, controlado, conduciría al temido caos.

Según Benhabib (2005) estas estrategias de las mayorías nacionales son hostiles "a los intereses de quienes han sido excluidos del pueblo porque se negaron a aceptar o respetar su código moral hegemónico".

Las nociones de control, el imponer respeto a un código moral hegemónico y, consecuentemente, producir una diversidad diluida, son tres cuestiones que merecen ser estudiadas como propias de lo que se denomina relaciones sociales de dominación entre poblaciones nacionales y migrantes. Son cuestiones inherentes al análisis de la exclusión social cuando se pretende ampliar la frontera de esta categoría e incluir en ella a poblaciones que no sólo están excluidas por su vulnerabilidad económica y laboral.

Como respuesta el nativo elabora estrategias que tienen como objetivo construir un discurso y un hacer único, homogéneo que licue la diversidad, hace del "otro" una categoría, lo destina a un lugar que evite, según Bauman, poner en riesgo el orden, riesgo que sino es minimizado, controlado, conduciría al temido.

A continuación, se transcriben los resultados de una investigación llevada a cabo en el AMBA en el período 2004-2007 -Programación UBACYT-, en la cual se trabajó con docentes de escuela primarias y secundarias, públicas y privadas confesionales y laicas, utilizando la técnica de grupos focales, en tanto importaba reproducir la perspectiva de la institución escolar como tal respecto de los extranjeros residentes en la Argentina.

Uno de los objetivos de la investigación fue construir una tipología de lo que se denomina extranjeridad (intersección entre las señales culturales, históricas y de clase de los migrantes con las representaciones sociales que la sociedad receptora produce acerca de ellos).

Los atributos que otorgan sentido a la tipología, han sido tomados textualmente de los discursos de los entrevistados y son presentados en diferentes dimensiones, tal como fueron organizadas las entrevistas.

Las dimensiones representan diferentes espacios en los cuales se materializan las relaciones entre nativos y migrantes.

Se realizaron en total 24 grupos focales, en los que participaron 172 docentes, 89 de nivel primario y 83 de nivel secundario.

El objetivo de esta presentación es evidenciar cómo la mirada de la población nativa, y en particular de docentes -responsables de parte del proceso de socialización de niños y adolescentes-, contribuye a la construcción de la subjetividad del otro, se proyecta sobre él, en otras palabras, cómo constituirse en el otro no es sólo el resultado objetivo y transparente de sus propios atributos.

Dimensión Laboral

Resulta importante destacar que para todas las nacionalidades contempladas dentro de los países limítrofes y Perú, se posiciona con alto consenso la representación que ubica a personas de estos orígenes como trabajadores. Lo mismo ocurre con las migraciones europeas más recientes que incluyen a armenios, rumanos, ucranianos y rusos.

Los migrantes de origen boliviano y paraguayo son caracterizados de la siguiente manera: astutos, vivos, hábiles, pícaros, explotados, oportunistas, aprovechadores, disciplinados, aplicados, cumplidores, responsables, constantes.

En el caso de los migrantes peruanos se los califica como: ventajeros, sufridos, sacrificados, esforzados, tenaces, perseverantes, persistentes, insistentes, esmerados.

Se considera a los peruanos y bolivianos explotados de la misma manera que a los chinos y coreanos.

Sin embargo, resulta interesante destacar, que la característica de explotadores es fuertemente asignada a las comunidades de origen asiático, involucrando aquí a chinos, coreanos y taiwaneses. A pesar que los chinos y coreanos son vistos también como explotados, las características de sufridos y sacrificados sólo son asignadas a los países limítrofes.

Dimensión de la Comunidad y las Relaciones Sociales

Se caracteriza como respetuosos y educados a todas las personas provenientes de países limítrofes y Perú, con excepción de los chilenos a quienes, además de irrespetuosos y maleducados se les asignan otras características negativas que los definen como: soberbios, antipáticos, hipócritas, mentirosos, tramposos, fanfarrones, entre otras.

Finalmente otro dato a destacar es el atributo de patriotas y nacionalistas, probablemente relacionado con el imaginario social existente respecto a conflictos relacionados con cuestiones territoriales que históricamente ligan la historia argentina con la de ese país.

Las comunidades que aparecen como cerradas y aisladas son los coreanos, peruanos, bolivianos y paraguayos.

Ligado a este aspecto es posible establecer, por una parte, una relación con la categoría de "automarginación" que se asigna a bolivianos, peruanos y coreanos y, por otra parte, establecer una segunda relación respecto a la aparición de la categoría "respetan sus tradiciones y costumbres y ritualistas" que los docentes asignan mayormente a la población de origen asiático (coreanos, chinos, japoneses y taiwaneses) y, en menor medida, a paraguayos y bolivianos.

En conexión con esta situación es posible considerar como factor que incide en esta cuestión el tema del idioma, donde muchas de estas comunidades mantienen su lengua de origen, lo que para los nativos es considerado como una cuestión determinante al momento de relacionarse con otras comunidades, llegando incluso a producir cierta exotización del otro.

Otro aspecto singular da cuenta de las representaciones que los nativos refieren respecto a las pautas familiares de las diversas comunidades. En este sentido, para los docentes se agrupan entre quienes cuidan a sus hijos (uruguayos y peruanos), quienes maltratan a sus hijos (coreanos) y quienes hacen pedir-trabajar a sus hijos (peruanos).

En cuanto a la representación que los nativos poseen respecto a la autopercepción que las comunidades tienen de sí mismas, es notorio observar la característica de bajos de autoestima/se sienten inferiores a los nativos que otorgan a la población boliviana.

Es posible relacionar este rasgo con otro fuertemente presente en el discurso de los mismos: el que refiere a la representación que da cuenta de que esta población es "sumisa/introvertida/pasiva/resignada", característica que es asignada además a las comunidades paraguaya, peruana y china.

En contraposición es destacable mencionar que refieren a la existencia de determinadas comunidades que se creen mejores que los nativos, éstas son la chilena y coreana.

Es muy interesante observar entre los docentes la concepción de una inteligencia relacionada con el origen nacional. De esta manera surge la característica de muy "inteligentes/cultos" para las poblaciones brasileña, china y japonesa, mientras que se presentan como poco inteligentes -más motrices que intelectuales- a los bolivianos y con ambas características, las comunidades coreana y paraguaya.

Dimensión Política

Dentro de este espacio se comprenden las categorías que se denominan "legalidad/ilegalidad", que hacen referencia a la situación migratoria de los extranjeros, sin percibir la diferencia existente entre estos términos y las nociones de "documentados/indocumentados" a las que pareciera que quieren hacer referencia los docentes.

Si bien esta es una condición que refiere al individuo migrante, la misma se presenta como una característica que es asignada al colectivo.

Cuando se comparan las representaciones existentes entre los docentes en esta dimensión, existe una fuerte diferenciación según se trate del origen nacional al que se haga referencia.

En este sentido, españoles e italianos (lo que se conoce como parte de las migraciones tradicionales) son considerados como migrantes legales, mientras que la adjudicación de la característica de ilegalidad está dada sólo para los migrantes de países limítrofes, peruanos y rumanos.

Esta breve reseña tiene como objetivo mostrar cómo son las representaciones que los docentes tienen acerca de los migrantes externos y cómo los vínculos que construyen en la institución escolar pueden estar condicionados por este imaginario.

APORTES PARA EL PROGRAMA DE FACILITACION PARA LA INTEGRACION

La siguiente propuesta contiene un conjunto de aportes y recomendaciones para la futura implementación de un Programa de Integración Social y Cultural.

El análisis contenido en los capítulos "Marco Referencial" y "Tipología de la Extranjeridad a Partir de la Visión de una Población Docente" de este informe brindan el sustento conceptual y empírico orientador de la propuesta que a continuación se presenta.

Criterios Generales

Si bien la migración no es un fenómeno nuevo en el mundo, y menos aún en la Argentina, las actuales condiciones políticas y económicas internacionales contribuyen a pensar cada vez más que la integración social, cultural y económica de los migrantes externos, es una cuestión estratégica de primer orden en la agenda de las políticas públicas.

Postergar o negar este tipo de decisiones, implica potenciar la conflictividad de las relaciones interculturales con consecuencias, muchas veces impredecibles, para las comunidades migrantes y para la sociedad receptora.

Si bien no hay un único modo de concebir la integración, si bien es una cuestión debatible en el campo de las políticas públicas y de las ciencias sociales, es necesario establecer algunos criterios fundacionales de lo que se entiende por programa de facilitación para la integración.

En este sentido, se proponen criterios que se consideran deberían atravesar e involucrar a cada uno de los capítulos o áreas del programa en cuestión:

• Concebir la integración como un proceso bidireccional que incluye a dos actores sociales: migrantes externos y población nativa. Para integrar es necesario establecer redes de relaciones simétricas entre ambos.

• Requerir de estos actores un importante nivel de proactividad y compromiso con la implementación del programa, facilitando y alentando la participación de los migrantes en la toma de decisiones que afectan a su integración.

• Respetar las diversas identidades nacionales y culturales inherentes a todos los sujetos involucrados, rechazando toda pauta que conduzca a la asimilación a la cultura mayoritaria o a aquella que se posicione como cultura dominante.

• Establecer condiciones estratégicas que permitan determinar cuáles serán los ámbitos o escenarios más apropiados para la implementación del programa.

El éxito del programa no dependerá sólo de sus contenidos ni del alcance comunicacional o de difusión sino, también, de quienes se involucren en su implementación.

Para ello se recomienda que durante el proceso de implementación deberían participar los diferentes niveles de la administración pública (nacional, provincial y municipal) y las organizaciones sociales (sindicatos, asociaciones empresarias, ONG´s, asociaciones de migrantes externos, iglesias de diferentes cultos, etc.).

El programa de facilitación para la integración debe constituirse en un elemento fundamental de un proceso que de respuestas a problemas concretos y cuyo objetivo general sea generar las condiciones para la constitución de una sociedad intercultural, igualitaria y con plena ciudadanía para todos sus integrantes.

Como resultado de las acciones impulsadas desde el programa, debería cumplirse con las siguientes metas:

• Propender a la igualdad entendida como equiparación de derechos y obligaciones entre la población migrante y nativa en todos los ámbitos (educación, salud, trabajo, justicia, vivienda, etc.).

• Combatir la discriminación nacional y étnica.

• Fortalecer la interacción y participación social y económica entre los miembros de las diferentes nacionalidades y culturas.

Pautas para el Programa

La elaboración de un programa de estas características requiere la participación no solo de especialistas y de funcionarios vinculados al área sino, también, representantes de las diferentes organizaciones sociales de la sociedad receptora y de las colectividades de migrantes.

El programa no es otra cosa que los lineamientos para el diseño de políticas sociales que contribuyan a la puesta en marcha de una sociedad intercultural.

A continuación se propone lo que se comprende son las seis pautas necesarias a ser tenidas en cuenta, las cuales serán desagregadas en distintos niveles:

Implementar una Activa Política Antidiscriminatoria que Involucre a la Población en General y a las Siguientes Instituciones u Organizaciones en Particular

• Escuelas primarias y secundarias públicas y privadas.

• Hospitales públicos.

• Fuerzas de Seguridad (Policías Federal y provinciales, Gendarmería Nacional y Prefectura Naval).

• Sindicatos.

• Asociaciones empresarias.

Deberán Participar en la Implementación de la Política Antidiscriminatoria, las Siguientes Areas de Gobierno

• Ministerio del Interior. Consejo Federal de Población.

• Ministerio de Educación.

• Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.

• Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

• Ministerio de Salud.

• Gobiernos provinciales.

Implementar Campañas Comunicacionales Masivas Antidiscriminatorias Crear, en el Marco del Consejo Federal de Población, la Comisión para la Integración de los Migrantes, Integrada por los Siguientes Actores

• Representantes del gobierno nacional.

• Representantes de los gobiernos provinciales.

• Representantes de las asociaciones de colectividades extranjeras.

Los Objetivos de la Comisión para la Integración de los Migrantes serán los Siguientes

• Formular estrategias que garanticen la participación de los migrantes en el sistema productivo y en la red de relaciones sociales, mediante un proceso de inclusión diferenciada por región (no sólo las regiones geográficas ya establecidas sino, también, las áreas de frontera), nacionalidad, sexo y edad. Para ello se deberá atender a:

- Promover políticas sociales inclusivas en educación y salud.

- Facilitar el acceso al crédito a los migrantes para la producción, vivienda, etc.

- Contribuir a dinamizar una educación intercultural, formando y adecuando la tarea docente a la diversidad nacional y étnica, atendiendo a:

* Relevancia y aportes pasados y presentes de las migraciones en la Argentina.

* Relación entre diversidad cultural y participación igualitaria social y económica.

* La diversidad cultural como potenciadora del desarrollo de las sociedades modernas.

* Derechos humanos de los migrantes.

* Recursos pedagógicos facilitadores de la inclusión de los niños migrantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

* Recursos pedagógicos facilitadores de la constitución de relaciones sociales igualitarias entre niños migrantes y nativos.

- Implementar programas de capacitación sobre interculturalidad y relación con los migrantes con profesionales de la salud, funcionarios de la justicia, de las fuerzas de seguridad y dirigentes sindicales y empresarios, atendiendo a:

* Relevancia y aportes pasados y presentes de las migraciones en la Argentina.

* Relación entre diversidad cultural y participación igualitaria social y económica.

* La diversidad cultural como potenciadora del desarrollo de las sociedades modernas.

* Derechos humanos de los migrantes.

* Relevancia de la participación de los migrantes en el sistema productivo.

* Marco regulador de las migraciones.

* Relación entre servicios sociales y migración.

* Pautas de orientación para el circuito intrainstitucional: consultas, trámites, etc.

- Generar una red integral de servicios que brinden a los nuevos migrantes adultos y jóvenes, herramientas para su rápida integración laboral y a los niños las correspondientes para su ingreso al sistema escolar.

- Facilitar la obtención de documentación para una eficiente regularización y acceso a la ciudadanía.

• Implementar el programa vinculándose con:

- Organismos públicos nacionales y provinciales.

- Sindicatos.

- Asociaciones empresarias.

- ONG´s.

- Iglesias de diferentes cultos.

- Asociaciones de colectividades extranjeras.

• Promover la formación de profesionales en interculturalidad.

• Realizar estudios de evaluación y seguimiento de las políticas de integración.

• Implementar campañas comunicacionales masivas para la difusión de contenidos del programa de integración y sensibilizar a la población sobre su relevancia.

El Programa Deberá Tener un Plazo de Implementación entre 2 y 3 Años

CONCLUSIONES

La propuesta de un programa de integración social y cultural alcanza relevancia no sólo por su condición sustantiva, como proyecto de constitución de una sociedad intercultural, sino porque el pasado y el presente argentino está atravesado por la mezcla de nacionalidades, costumbres y culturas pero, también, está atravesado por hitos que han ido modificando la composición de esa mezcla.

La realidad cultural del siglo XIX es muy diferente a la del sigo XX. Ese cambio no fue gradual ni se debió a determinaciones externas ni fue producto del azar, ocurrió porque hubo un proyecto político consolidado en 1880, que tenía un concepto de nación que excluía a los pueblos originarios y que incluía a las migraciones europeas.

Las huellas de ese proyecto están aún vigentes. A la vez, y superponiéndose con este proceso, la realidad cultural de la segunda mitad del siglo XX es diferente a la de la primera mitad.

La disminución de las migraciones europeas a partir de mediados de siglo, hizo que cobraran mayor protagonismo las de origen sudamericano y en la medida que avanzaron la últimas décadas del siglo XX, si bien con índices bajos, pero dinámicas en su participación en el sistema productivo, las migraciones asiáticas alcanzaron cierto nivel de presencia que fue advertido por la sociedad argentina.

Estos diferentes procesos sumado a cuestiones de política interna, a partir de la cual la mirada sobre los migrantes externos no fue ingenua ni distraída (por ejemplo, el discurso oficial de la década del 90 demonizador de los migrantes sudamericanos, culpabilizándolos de la desocupación, la inseguridad, el uso abusivo de los servicios públicos de salud, etc.), coloca entre las prioridades de las políticas sociales, la necesidad de diseñar un programa como el que aquí se trata.

A lo largo de este informe se han podido observar algunas cuestiones que merecen ser destacadas en estas conclusiones:

• La intersección de los discursos de los dos actores sociales involucrados tiene un punto de coincidencia que es de especial interés para este informe: hay manifestaciones de actitudes discriminatorias respecto de los migrantes externos. Unos se reconocen como víctimas y otros producen discursos con contenidos estigmatizantes de diferente tipo.

• Los representantes de la colectividades coreana, boliviana, brasileña y peruana, con más énfasis los integrantes de las dos primeras, son quienes relatan experiencias en las que sus connacionales han sido o son discriminados. Los escenarios que mencionan con más frecuencia son el ámbito laboral y la calle y luego las escuelas, hospitales y comisarías.

• Los referentes de las colectividades manifiestan tres grandes demandas hacia el Estado Nacional: lograr una mejor participación en al mercado de trabajo, generar mejores condiciones para la regularización de los migrantes (sin embargo, se reconoce en el proyecto Patria Grande una propuesta muy eficiente del Estado) y una actitud menos discriminatoria por parte de las fuerzas de seguridad.

• La mera enunciación de un posible programa de integración genera expectativas y supone que contribuirá a evitar hechos discriminatorios. Cabe destacar que no se demanda la presencia de este tipo de programa, sino que las expectativas surgen al tomar conocimiento de su posible implementación.

• Si bien las colectividades están organizadas en asociaciones, se observa que en la mayoría de ellas hay un marcado proceso de atomización.

• Los roles de las asociaciones se sintetizan en: preservar y difundir sus costumbres como modo de fortalecer la identidad nacional, orientar y asistir a los migrantes, especialmente, a los que migraron recientemente y contribuir en la organización de los connacionales, evitando su dispersión.

La posibilidad de éxito en la implementación de este programa dependerá de atender a cuestiones que se señalan en este informe resultado de la contrastación empírica realizada (presencia de señales discriminatorias nacionales y étnicas, en algunos casos referidas simbólicamente y en otros naturalizadas y un modo asociativo disperso de las colectividades, impidiendo identificar los interlocutores válidos) y de un importante involucramiento de órganos del gobierno nacional y provinciales, instituciones públicas vinculadas a la educación, la salud, la justicia y la seguridad y asociaciones de trabajadores y empresarios.

BIBLIOGRAFIA

• Bauman, Zygmunt (1998). "Modernidad y ambivalencia", en Las consecuencias perversas de la modernidad, Giddens, Bauman, Luhmann y Beck, Barcelona: Antrophos. (2003), Comunidad, Madrid: Siglo XXI.

• Benhabib, Seyla (2005). Los derechos de los otros, Barcelona: Gedisa editorial.

• Díaz Polanco, Héctor (2006). Elogio de la diversidad, México DF: Siglo XXI.

• Durkheim, Emilio (1979). Las reglas del método sociológico, Buenos Aires: ed. La Pléyade.

• García Canclini, Néstor (2006). Diferentes, desiguales y desconectados, Barcelona: Gedisa editorial.

• Wallerstein, Immanuel (1988). El capitalismo histórico, Madrid: Siglo XXI.

ANEXO

GUIA DE ENTREVISTA: LIDERES DE LAS ASOCIACIONES DE INMIGRANTES

Rol de las Asociaciones

• ¿Cuál considera usted debe ser el papel de las colectividades extranjeras en la Argentina?

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• ¿Cree usted que las asociaciones de la colectividad deben brindar asistencia social, legal, psicológica y laboral?

¿Cree usted que las asociaciones deben defender los intereses de los connacionales? ¿Cuáles intereses?

• ¿Cree usted que las instituciones de su colectividad deben tender a promocionar las pautas culturales de su país, ayudando a mantener las costumbres, creencias, valores, lenguaje y otros aspectos de la cultura de su país?

• ¿Cree usted que las instituciones de su colectividad deben promover algún tipo de acción o difusión que tenga como destinataria a la sociedad argentina?

• ¿Qué de todo esto han hecho y qué falta por hacer?

Integración Social

• ¿Cuál considera usted debe ser el papel de la colectividad en el proceso de integración de los inmigrantes?

Profundizar

• ¿Cree usted que las instituciones de su colectividad deben ayudar a los inmigrantes para que se integren rápidamente en la sociedad argentina, procurando vincular reemplazar la cultura original con por rasgos de la cultura argentina?

• ¿Cuáles cree usted son los principales beneficios o ventajas que tendrían los inmigrantes por integrarse en Argentina?

• ¿En qué ámbitos de la vida cotidiana ubica usted estos beneficios o ventajas?

• ¿Qué debería modificarse para alcanzar nuevos beneficios y cuáles serían?

• ¿Cuáles cree usted son los principales obstáculos que tienen los inmigrantes para integrarse en la Argentina?

• Estos obstáculos están relacionados con los problemas que tienen para acceder a:

- La residencia legal.

- Un empleo.

- Una vivienda.

- Servicio de salud.

- La educación de los niños.

- La justicia.

- Idioma.

- Diferentes ámbitos de participación comunitaria.

- Algún otro.

• ¿En qué ámbitos o situaciones ve usted que hay mayores problemas? Respecto a estos problemas: ¿qué espera usted que haga el gobierno argentino?

• ¿Hay intercambios entre inmigrantes y nativos (por ejemplo: participan en actividades comunitarias, se casan entre sí, desarrollan emprendimientos productivos, etc.)?

• ¿En qué consisten esos intercambios?

• ¿Cree usted que esos intercambios son necesarios para que los inmigrantes se integren en la Argentina?

• En el barrio en donde viven sus paisanos: ¿habitan también inmigrantes de otras comunidades y nativos?

• ¿Son más argentinos o extranjeros lo que habitan en su barrio?

• ¿Están mezcladas las nacionalidades en su barrio?

• ¿Ve cambios en los últimos años?

• ¿Cómo ve la convivencia en el barrio?

• ¿Esta mezcla favorece o no a sus paisanos?

Discriminación

• ¿Sabe usted de hechos de discriminación hacia los inmigrantes de su colectividad?

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• ¿Cuándo ocurrieron?

• ¿En dónde?

• ¿Cómo fueron esos hechos de discriminación?

• ¿Han ido a su organización inmigrantes que hayan tenido algún problema de discriminación?

• ¿Qué han hecho ustedes ante esta situación?

• ¿Su organización ha sido discriminada?

• ¿En qué ámbitos, de qué manera y por quién ha sido discriminada?

Derechos Humanos

• ¿Cree usted que en la Argentina se respetan los derechos de los inmigrantes?

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• ¿En dónde ve usted que hay violación a los derechos de los inmigrantes?

• ¿Difunde su organización información relacionada con el tema de los derechos de los migrantes?

• ¿A través de qué medios difunde esa información?

Programa de Integración

• ¿Qué opinión le merece a usted que el gobierno nacional implemente en un futuro, un programa de integración social de los inmigrantes?

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• ¿Por qué supone usted que el gobierno estaría interesado en llevarlo adelante?

• ¿Qué desearía usted que este programa aporte a su colectividad?

• ¿Qué no desearía como resultado de este programa?

• ¿Qué conoce sobre alguna experiencia en otros países, referida a programas de integración social de inmigrantes?